Los niños del Villacerrada salen a la calle porque  no “pueden más” con los ruidos de las obras

Esta mañana decenas de niños y profesores se han manifestado a las puertas del centro albaceteño para pedir una solución. Aseguran que es "insoportable" dar clase y que ya se lo han comunicado tanto a Educación como al Ayuntamiento de la capital

“No queremos ruido”, “no podemos más”, “dar clase es insoportable”, “es como si hubiera un terremoto”, son algunas de las frases de los niños y los profesores que este jueves se han manifestado a las puertas del Colegio Público Villacerrada de Albacete para pedir una solución ante el ruido y las molestias que están provocando las obras de mejora del saneamiento público en el entorno de la Plaza Mayor, que darán paso a otras obras mayores enmarcadas en el Plan de Peatonalización del centro.
“El nivel de ruidos de las obras que tenemos en la fachada del colegio hacen que nuestra labor docente sea insoportable, la paciencia se nos ha acabado”, aseguraba muy molesta Mercedes Panadero, la directora del centro en una entrevista que ha concedido a esRadio Albacete.
Los niños del Villacerrada salen a la calle porque  no “pueden más” con los ruidos de las obras
Y los niños, que se han manifestado junto a los profesores, relatan que las clases “tiemblan” y que parece “un terremoto”.
Aseguran que se han puesto en contacto con la dirección provincial de Educación, con el servicio de Inspección y, también con el Ayuntamiento y no les dan solución. Al parecer han hablado incluso con la propia concejal de Educación y que mañana mismo estaba prevista una reunión con la dirección de obra.
“Tanto que hablamos de Albacete, ciudad amiga de la infancia, ciudad educadora y defendemos el derecho a la educación, y ahora resulta que estamos fallando en lo más básico”, asegura Mercedes.
En esta situación llevan meses afectándoles, asegura, primero cuando “abrieron la plaza de La Mancha”, al parecer les dijeron que la actuación era “ineludible” y por eso fueron “comprensibles”, pero ahora consideran que esta actuación, “planificada” y “calendarizada”, les afecta directamente, y “no va para un par de días, si no que va para meses”.
La directora asegura que hay niños con dolor de cabeza, profesor dando clases a grito y que así es “imposible”.
De momento la respuesta que les han dado desde la delegación de Educación es “imprecisa”, aclara la máxima responsable del centro. Y la pregunta que más se repiten es “por qué no se ha tenido en cuenta la cercanía de una comunidad educativa a estas obras, que afectan a más de 200 familias”.
Aseguran que una posible solución sería que aquellos trabajos “más ruidosos” se hicieran por la tarde y el resto por las mañanas.


 

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