El Consorcio de la Ciudad de Toledo ha dedicado su Ășltimo monogrĂĄfico, el nĂșmero seis, a las Ășltimas investigaciones e intervenciones arqueolĂłgicas realizadas en el Cerro del BĂș, situado entre el arroyo de la Degollada y el rĂo Tajo, durante los años 2014 y 2015 bajo la direcciĂłn del arqueĂłlogo Juan Manuel Rojas y el arquitecto JoaquĂn A. LĂłpez LĂłpez.
La alcaldesa de Toledo, Milagros TolĂłn; el gerente del Consorcio de Toledo, Manuel Santolaya; la directora patrimonial del Consorcio, Soledad SĂĄnchez; y el arqueĂłlogo Juan Manuel Rojas han sido los encargados de presentar este jueves el estudio ‘Cerro del BĂș, de poblado de la Edad de Bronce a fortaleza andalusĂ’ en la Iglesia de San Lucas.
Este monogrĂĄfico, que desgrana en diez capĂtulos lo que es el Cerro del BĂș, es fĂĄcil de leer y se puede recomendar al gran pĂșblico, ha explicado Soledad SĂĄnchez.
La primera intervenciĂłn en el Cerro del BĂș se realizĂł en el año 1904 y, tal y como ya se habĂa informado, los Ășltimos trabajos permiten concluir que la superficie ocupada por el poblado de la Edad del Bronce pudo superar los 15.000 metros cuadrados, con lo que duplica los cĂĄlculos que se hacĂan hasta ahora, y se desplazaba hacia el arroyo de la Degollada.
El arqueĂłlogo Juan Manuel Rojas ha explicado que el Cerro del BĂș –donde podrĂan vivir unas 400 Ăł 500 personas– es el origen de lo que puede ser la ciudad de Toledo y «ya era una sociedad preurbana», asegurando que los inicios de la Edad del Bronce es el momento en el que las sociedades se estĂĄn organizando de una manera en la que darĂĄ lugar a las sociedades modernas.
Los estudios realizados han permitido conocer que una gran parte del poblado se encontraba amurallado y, posiblemente, defendido por un foso que, a su vez, servĂa de camino para quienes cruzaban el rĂo por la actual zona de la Barca de Pasaje.
HABĂA GRANDES Y SĂLIDAS CABAĂAS
Asimismo, segĂșn ha indicado Rojas, se ha descubierto que a diferencia con otros pequeños poblados de la misma Ă©poca, en este habĂa grandes y sĂłlidas cabañas asentadas sobre bancales. Lo que da a entender, ha dicho el arqueĂłlogo, que habĂa una poderosa organizaciĂłn social que junto con la extensa poblaciĂłn existente dan a entender que este poblado podrĂa tener el dominio de un extenso territorio de su entorno.
Por las caracterĂsticas del asentamiento habrĂa desempeñado una importante funciĂłn comercial y de cobro de tributos de las zonas bajo su dominio, por lo que unido al tipo de asentamiento preurbano puede considerarse como el origen de Toledo, ha espetado.
Como fortaleza de la Edad Media ahora se sabe, ha apuntado Rojas, mayor nĂșmero de detalles, tanto de las caracterĂsticas constructivas como de las murallas como de la extensiĂłn del recinto y funciĂłn de alguna de las estancias, entre las que se ha descubierto una letrina asociada a las estancia del puesto de mando de la fortaleza.
Ahora tambiĂ©n se sabe que es una fortaleza de Ă©poca andalusĂ, supuestamente correspondiente a la Ă©poca del asedio de Toledo durante el califato de AbderramĂĄn III (siglo X), aunque hay otros restos que podrĂan corresponder a fortalezas levantadas durante otros asedios.
TambiĂ©n se ha podido concluir que su funciĂłn principal serĂa la de control del importante camino (con caracterĂsticas de calzada) que desde la zona de la Barca de Pasaje iba hacia el sur.
Rojas ha informado de que durante las excavaciones se han encontrado trozitos de oro, de plata, ademĂĄs de bronce, elementos que «no se encuentran en otros yacimientos de la Ă©poca», al tiempo que ha aprovechado la presencia de la alcaldesa para pedirle que «estarĂa bien» poder recuperar la calzada descubierta en el entorno de la Piedra del Rey Moro.
De su lado, Milagros TolĂłn ha indicado que esta publicaciĂłn coincide con los 15 años que cumple el Consorcio de Toledo, «una herramienta imprescindible de la que esta ciudad no puede carecer», y ha deseado que este monogrĂĄfico sea «Ăștil» para muchos investigadores e historiadores.