miércoles, 27 marzo, 2024

El reptil marino que vivió en Guadalajara hace 230 millones de años

Sus restos fueron hallados en dos excavaciones realizadas en 2008 y 2015 en el pantano de El Atance (Sigüenza, Guadalajara)

Investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han descubierto un nuevo reptil marino cuyos restos fueron hallados en dos excavaciones realizadas en 2008 y 2015 en el pantano de El Atance (Sigüenza, Guadalajara), donde habitó en el Triásico, hace más de 230 millones de años, fondeando en las aguas del Mar de Thetys que ocupaba entonces la zona.

El hallazgo aparece publicado en un artículo de la revista científica ‘Biology letters’ firmado por los profesores de la UNED Carlos de Miguel Chaves, Francisco Ortega y Adán Pérez-García.

El ejemplar ha sido bautizado como ‘Paludidraco multidentatus’ (‘dragón del pantano con muchos dientes’, por la ubicación en la que fue encontrado su esqueleto y por la enorme cantidad de piezas dentales presentes en su cráneo y mandíbula).

Pertenecía al grupo de los simosáuridos, hasta ahora representado por depredadores marinos de 3 o 4 metros de longitud que se alimentaban de peces y crustáceos. Sin embargo, ‘Paludidraco’ presenta algunas características peculiares que permiten aumentar la ya enorme diversidad de los reptiles marinos de su época y que aleja al dragón del pantano de las costumbres de sus parientes más cercanos.

En primer lugar, y aunque el tamaño es similar al de sus congéneres coetáneos, ‘Paludidraco’ presenta una mandíbula muy delgada y frágil con un gran número de dientes curvos de pequeño tamaño. En segundo lugar, la estructura de su tórax está formada por vértebras y costillas extremadamente robustas que le proporcionarían una maniobrabilidad muy limitada.

Ambas singularidades alejan a este espécimen de la imagen de depredador activo de otros miembros de su grupo y llevan a los investigadores a concluir que el dragón del pantano mantenía unas costumbres de vida inéditas en ningún otro reptil.

«Como resultado de esta investigación, se propone que los dientes de pequeño tamaño de ‘Paludidraco’ formarían una empalizada que funcionaría como un tamiz, permitiéndole filtrar el alimento y expulsar a continuación el agua sobrante. Así, este peculiar reptil se desplazaría por aguas marinas costeras tranquilas y poco profundas, recorriendo lentamente el fondo en busca de pequeños animales en el sustrato o, como en el caso de los actuales manatíes, de materia vegetal», explica Ortega.

El investigador añade que durante el Triásico Superior, hace unos 230 millones de años, lo que actualmente es la provincia de Guadalajara se encontraba cubierta por las aguas cálidas y poco profundas del antiguo Mar de Tethys. «Estas aguas estaban habitadas por multitud de animales, entre los que se encuentra un grupo particular de reptiles denominados sauropterigios -indica-. A este pertenecen algunos organismos muy populares, como los plesiosaurios».

Lokinn

Ahora, los trabajos de investigación paleontológica realizados en las cercanías del pantano de El Atance han permitido identificar este nuevo reptil marino. En este yacimiento se han encontrado algunos de los restos de reptiles marinos mejor preservados del Triásico de la Península Ibérica, correspondientes a ejemplares articulados y relativamente completos.

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