martes, 23 abril, 2024

Jesús Martín: “Prometo que voy a seguir yéndome a la cama con el trabajo que queda por hacer, que es lo que da sentido a mis madrugadas”

El socialista ha sido hoy investido por quinta vez consecutiva como alcalde de Valdepeñas, agradeciendo a Valdepeñas “haberme brindado la oportunidad de que sea yo el que escoja el día en el que tengo que rendirme”

El socialista Jesús Martín ha sido investido este sábado alcalde de Valdepeñas tras conseguir por quinta legislatura consecutiva una mayoría absoluta. Martín junto a veinte concejales que representan a seis grupos políticos, PSOE, PP, IU, Vox, Ciudadanos y Podemos-Equo, que también han tomado posesión de su cargo, conforman la corporación municipal de la localidad para los próximos cuatro años.

En el acto, el ya nombrado regidor municipal, quiso en primer lugar tener palabras de agradecimiento para su familia y pareja, para después hacer una promesa al pueblo de Valdepeñas. “A partir de hoy les prometo a los valdepeñeros y valdepeñeras que voy a hacer lo que he hecho en los últimos 16 años, irme a la cama con el trabajo que queda por hacer en Valdepeñas, mucho, pero yo me voy a seguir yendo a la cama con esos problemas porque es lo único que da sentido a mis madrugadas”, añadiendo una reflexión: “quiero darle humildemente las gracias, de corazón, a toda Valdepeñas por haberme brindado la oportunidad de que sea yo el que escoja el día en el que tengo que rendirme”.

Emotivo recuerdo

El alcalde de la localidad también tuvo emotivas palabras haciendo un balance de estos años de gobierno en los que señalaba que “mientras se suben los escalones que llevan al poder, arrastran en sus forros un ruido de ilusiones fatuas y pesares, como cuando al subir lentamente hacia esa puerta un vestido enlutado arrastrara las hojas secas”. Visiblemente emocionado, Jesús Martín prosiguió teniendo un recuerdo para la concejala fallecida en 2007 tras una larga enfermedad, María José Ruiz, afirmando que “si ésta es la última puerta en el león de mi escalera les confieso, con la voz ya herida por la fiera, que no son pocas, en esta ocasión más, las hojas secas que hasta aquí arrastro. Y entre todas ellas ninguna tan dolorosa para mí como la de mi compañera María José, el pétalo abatido de la rosa”.

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