Son días de ajetreos constantes, yendo de un lado para otro «escribiendo la carta» a los Reyes Magos de Oriente. Días de incertidumbre para los más pequeños a la espera de sus regalos el día después de la cabalgata, donde se llenan de alegría, ilusión y entusiasmo. Típico de estas fechas es ver los municipios y localidades como si fuera Madrid. Entradas y salidas de vecinos de los comercios, los niños jugando en las plazas y un trasiego de coches propio de esta época del año.
Pero hay algo por encima de los Reyes Magos y los regalos que a mucha gente le puede llegar a gustar incluso más que el propio día de Reyes. Eso es, los roscones. Con un sinfín de variedades de relleno, con su haba y su ‘figurita’, para tomar en familia mientras los pequeños de la casa disfrutan de los regalos de eso tres magos que vienen montados a camello, entre joroba y joroba, desde Oriente. Ese roscón es esa solución que te arregla las meriendas y los momentos de sobremesa después de comer y de cenar.
Así que ya sabemos, las compras de los roscones están a la vuelta de la esquina si no es que han empezado ya, por lo que solo queda disfrutar de cualquiera de ellos bien acompañado.