miércoles, 27 marzo, 2024

Un estudio afirma que la transformación de viñedo tradicional al cultivo en espaldera afecta negativamente a la avutarda

Según apunta un estudio liderado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC)

La reforma del cultivo de la viña en baja altura (en vaso) al de espaldera está afectando negativamente a la población de avutardas, que podría haberse reducido en más de un 30 por ciento en el norte de Castilla-La Mancha, según apunta un estudio liderado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC).

Un trabajo liderado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) advierte del riesgo que entraña para las avutardas la progresiva transformación de la forma de cultivo tradicional de la viña, a baja altura, a la denominada en espaldera, en estructuras que se elevan sobre el suelo.

Los investigadores han comprobado que esta especie de ave esteparia de gran tamaño evita los viñedos en espaldera, mayoritariamente cultivos de regadío, en comparación con las zonas donde el cultivo se realiza de forma tradicional, en régimen de secano, ha informado la UCLM en un comunicado.

A partir de datos de campo sobre el uso del espacio por parte de las avutardas en dos zonas de especial protección para las aves de la Red Natura 2000, el estudio ha evaluado el impacto de este cambio en la distribución espacial de estas aves, así como el efecto que tendría sobre ellas un futuro aumento de la superficie de viñedos en espaldera.

«Hemos comprobado que las avutardas evitan claramente el entorno de los viñedos en espaldera, efecto detectable hasta varios cientos de metros, en comparación con los tradicionales, que sí se sabe que son usados por la especie», explica el investigador Javier Viñuela, miembro del IREC, centro mixto participado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Las avutardas son aves propias de espacios abiertos con gran visibilidad, donde predomina la vegetación de baja altura, y por tanto, suelen evitar estructuras o hábitats que puedan reducir esa visibilidad, que es crucial para una especie que utiliza señales visuales a larga distancia para comunicarse y localizar a otros individuos, así como para incrementar la detección de potenciales depredadores, de ahí el impacto de estos nuevo viñedos sobre su distribución.

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