Los terremotos de pequeña magnitud que se han registrado estos Ășltimos dĂas en El Provencio (Cuenca) y en Ossa de Montiel (Albacete) se producen «todos los dĂas», sin embargo, los ciudadanos han podido percibirlos mĂĄs en estos casos porque se han producido a poca profundidad y porque ahora hay menos ruido debido al confinamiento.
La profesora del Departamento de GeografĂa y OrdenaciĂłn del Territorio de la Universidad de Castilla-La Mancha, Elena GonzĂĄlez CĂĄrdenas, ha explicado que en esa zona de la regiĂłn se producen movimientos sĂsmicos siempre ya que es una zona «un poco crĂtica».
Esto es debido a que estå influenciada por los procesos de comprensión de la placa africana con la placa euroasiåtica o con la microplaca Ibérica. «Hay una presión importante, y hay mucha fractura, porque todo eso estå roto. Cualquier pequeño movimiento de las placas va acumulando tensiones y estas tensiones se liberan».
«Lo cierto es que estos movimientos sĂsmicos que ha habido en El Provencio y en Ossa de Montiel se estĂĄn produciendo todos los dĂas», terremotos que tambiĂ©n se producen todos los dĂas en Ruidera, y mĂĄs al norte, cerca de Tomelloso, y en Villarrobledo y SocuĂ©llamos, «lo que pasa es que son terremotos muy pequeñitos», en torno a 1,5.
SegĂșn ha puntualizado esta geĂłgrafa, estos se han notado mĂĄs por dos razones: primero porque han sido muy superficiales, es decir, a poca profundidad, con lo cual es mĂĄs fĂĄcil de registrar el ruido sĂsmico y registrar las oscilaciones, y porque ahora mismo no hay ruido por la calle y entonces los ciudadanos perciben mejor las vibraciones de los cristales. «Eso es lo que la gente sintió».
Admite que estos movimientos sĂsmicos pueden provocar «cierta inquietud» entre la poblaciĂłn, pero ha aclarado que los registrados estos dĂas en El Provencio y en Ossa de Montiel no son terremotos importantes «absolutamente para nada». «No causan daños, son terremotos que hemos tenido la suerte de que estaba todo en silencio y hemos podido oĂr el ruido y sentir la vibraciĂłn», ha insistido.
«Si esto no hubiera ocurrido ahora que estamos en estado de alarma y hubiera sido a las doce de la mañana de un dĂa normal con la gente en el trabajo o por la calle o en coche, no nos hubiĂ©ramos dado cuenta», ha afirmado.
AsĂ, ha manifestado que puede registrarse un terremoto de magnitud 7,5 que se haya producido a 600 kilĂłmetros de profundidad y no notarse y sin embargo otro de 5 o 5,5 que se produzca a 5 o 10 kilĂłmetros de profundidad y que vivas muy cerca del epicentro y lo notes. «Dependiendo de las caracterĂsticas del suelo donde estĂ© edificada tu casa, lo vas a notar mĂĄs o lo vas a notar menos». «Una cosa es la magnitud que tenga el terremoto y otra cosa es la intensidad con la que se percibe», ha significado.
LOS TERREMOTOS DE CIUDAD REAL Y LISBOA
Se ha remontado al terremoto que se produjo en la provincia de Ciudad Real en agosto de 2007 y que provocĂł daños en el tejado del Teatro Municipal de Almagro para explicar que «si tu estĂĄs en un suelo lagunar como ocurre en Almagro, la señal sĂsmica se amplifica y lo que es un periodo de oscilaciĂłn pequeño se convierte en uno grande, mueve mĂĄs, y puede causar esos destrozos, sobre todo en estructuras antiguas y que no estĂĄn reforzadas con normas antisĂsmicas».
TambiĂ©n ha puesto de ejemplo el terremoto de Lisboa de 1755, de magnitud 10, que, segĂșn ha apuntado, «fue terrible», sobre todo por el maremoto que hubo despuĂ©s. «Tuvo una intensidad fortĂsima. En la provincia de Ciudad Real se sintiĂł con intensidad 6-7, que es mucho».
Ese mismo terremoto, segĂșn ha dicho, se puede producir a 600 kilĂłmetros de profundidad y tener una intensidad de 1 o de cero y «no sentirlo nadie». «No solo se juega con la magnitud sino con la forma con la que el pĂșblico percibe esa sacudida sĂsmica».
Dicho todo esto, Elena GonzĂĄlez ha señalado que Castilla-La Mancha es una zona estable en cuanto a movimientos sĂsmicos. «No se dan las condiciones en su suelo y subsuelo para que se produzcan grandes terremotos», pero sin embargo en las zonas limĂtrofes de la regiĂłn se producen mĂĄs movimientos sĂsmicos porque «la tectĂłnica y la geofĂsica no entiende de lĂmites administrativos».
«No podemos hacer nada por evitar que se produzcan terremotos, pero si podemos evitar que esos terremotos hagan daños, y eso se hace legislando», ha sentenciado esta geógrafa.