miércoles, 24 abril, 2024

La Junta dona 1.600 kilos de pistachos para un estudio con embarazadas que concluye las bondades del alimento

La hipĂłtesis era que una alimentaciĂłn basada en la dieta mediterrĂĄnea desde el principio de la gestaciĂłn podĂ­a reducir la apariciĂłn de diabetes gestacional

pistachos

El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco MartĂ­nez Arroyo ha señalado que el Gobierno regional, a travĂ©s del Instituto Regional de InvestigaciĂłn Agroalimentaria y Forestal (IRIAF) ha donado 1.600 kilos de pistachos para un estudio sobre la prevenciĂłn de la diabetes gestacional, cuyas conclusiones acaban de ser publicadas en la prestigiosa revista ‘Plos One’.

De esta manera, el IRIAF, dependiente de la ConsejerĂ­a de Agricultura ha participado en el apoyo econĂłmico de los costes de la investigaciĂłn y ha aportado esta cantidad de pistachos tostados sin sal, procedentes de sus campos de cultivo experimentales del Centro de InvestigaciĂłn Ambiental de ‘El Chaparrillo’ (Ciudad Real), ha informado la Junta en nota de prensa

Este centro «es un referente de primer orden en la materia, y gracias en buena medida a su labor divulgadora, el cultivo del pistacho se estå expandiendo råpidamente por el centro y sur de la península ibérica», en palabras del consejero de Agricultura.

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MartĂ­nez Arroyo ha destacado que en Castilla-La Mancha se concentra mĂĄs del 65 por ciento de la producciĂłn nacional de este cultivo y gracias a este modelo impulsado por la ConsejerĂ­a de Agricultura, por un lado, se ven incrementados los fondos destinados a la investigaciĂłn agraria y, por otro, los esfuerzos realizados se centran de una forma mĂĄs precisa en los requerimientos de innovaciĂłn del sector.

En este sentido, los pistachos son muy beneficioso segĂșn la FundaciĂłn Dieta MediterrĂĄnea que Ă©l mismo preside, dentro del apartado de los frutos secos. Y, por tanto, la alimentaciĂłn saludable, particularmente cuando es rica en grasa mono y poliinsaturada durante el embarazo induce cambios epigenĂ©ticos y es esperable obtener beneficios para la salud en los nacidos con este ambiente intrauterino, en su etapa postnatal y durante el desarrollo puberal y en edad adulta.

INVESTIGADORES DE OBSTETRICIA

El estudio ha sido realizado en el Hospital ClĂ­nico San Carlos y en Ă©l han participado investigadores del servicio de obstetricia, del servicio de Medicina Preventiva y del Laboratorio de AnĂĄlisis ClĂ­nicos dirigidos por el Servicio de EndocrinologĂ­a y NutriciĂłn.

Para el estudio, se invitĂł a participar a todas las mujeres gestantes que acudieron a su primera visita gestacional, con anterioridad a la semana 12 de gestaciĂłn y que tenĂ­an unos niveles de glucemia rigurosamente normales.

LA HIPÓTESIS

La hipótesis planteada era que una buena alimentación basada en la dieta mediterrånea, realizada desde el principio de la gestación podía reducir la aparición de diabetes gestacional (diagnosticada con los criterios menos estrictos IADPSG, y adoptados por la Organización Mundial de la Salud) entre la semana 24-28 de gestación, y también todos los eventos adversos que pueden afectar a la gestación, el parto y la salud de la madre y del recién nacido.

Para ello, se distribuyĂł a 1.000 mujeres gestantes sanas en 2 grupos de 500, el grupo control recibiĂł el tratamiento nutricional habitual basado en la dieta mediterrĂĄnea, pero limitando el consumo de aceite de oliva a menos de 4 cucharadas al dĂ­a y el de frutos secos a menos de 2 veces por semana, y el grupo de intervenciĂłn a las que se recomendĂł consumir mĂĄs de 4 cucharadas diarias de aceite de oliva virgen extra y pistachos de forma diaria.

AsĂ­, se les suministrĂł de forma gratuita 10 litros de aceite de oliva virgen extra y 2 kilogramos de pistachos en las semanas 12 y 24-28 del embarazo, para asegurar que dispusieran de suficiente cantidad de aceite de oliva virgen extra para utilizarlo de forma diaria en la preparaciĂłn de todos los alimentos y suficiente cantidad de pistachos para consumir de forma diaria al menos 25 gramos.

El resto de las recomendaciones sobre alimentaciĂłn y ejercicio fĂ­sico fueron idĂ©nticas para ambos grupos de mujeres. De igual forma su seguimiento y nĂșmero de vistas fueron tambiĂ©n las mismas. El patrĂłn de alimentaciĂłn ensayado como dieta mediterrĂĄnea redujo en un 30 por ciento la apariciĂłn de diabetes gestacional, y ademĂĄs la necesidad de tratamiento con insulina se redujo a la mitad.

TambiĂ©n se obtuvieron otros beneficios como una reducciĂłn significativa en las tasas de prematuridad, de cesĂĄreas urgentes, de infecciones de orina y de trauma perineales en la madre y tambiĂ©n de reciĂ©n nacidos pequeños y grandes para la edad gestacional. Es decir, la adherencia mayor a la dieta mediterrĂĄnea se asocia a una gestaciĂłn con menor nĂșmero de eventos adversos. AdemĂĄs, no ganaron mĂĄs peso durante la gestaciĂłn.

LOS RESULTADOS

Los resultados muestran que tanto los frutos secos, especialmente el pistacho, como el aceite de oliva virgen extra, tienen efectos favorables demostrados metabĂłlicos, antiinflamatorios, inmunitarios o antitrombĂłticos. Pero tan importante es lo que se come, como en lugar de que se come. Las mujeres que disponen de aceite de oliva virgen extra y lo utilizan como Ășnica fuente de grasa para cocinar, consumen mĂĄs sofritos caseros y menos comerciales, y mĂĄs verduras y ensaladas, es decir alimentos con menor densidad calĂłrica.

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Las mujeres que disponen de pistachos para su consumo diario ingieren menor nĂșmero de snack comerciales u otros aperitivos ricos en grasas ‘trans’. Los pistachos ofrecen ademĂĄs otra ventaja. Su presentaciĂłn tostada y con cĂĄscara, como se ha empleado en este estudio, hace que se tarde mĂĄs tiempo en consumir una porciĂłn que con otro fruto seco, por lo que aumenta la fase cefĂĄlica de la ingesta de alimento induciendo saciedad precoz. Probablemente por estos motivos no se produjo una ganancia de peso mayor en este grupo de mujeres.

El consumo de aceite de oliva y de pistachos de forma habitual se limita por su alto contenido calĂłrico, con la intenciĂłn de controlar mejor la ganancia de peso. Sin embargo, los datos del estudio demuestran lo contrario. En primer lugar, cuando se liberaliza el consumo de aceite de oliva virgen extra, las mujeres gestantes consumen una cantidad razonable, rara vez superan las 5 cucharadas soperas al dĂ­a. Sin embargo, reducen de forma sustancial las salsas comerciales, y consumen mĂĄs verduras y ensaladas.

En segundo lugar, el consumo de frutos secos, y en particular de pistachos como los suministrados en el estudio, sustituyen a otros aperitivos y picoteos con grasa ‘trans’ y con menor capacidad de saciar, por lo cual su consumo resulta muy favorable para la salud tambiĂ©n por lo que se deja de comer. Por eso probablemente se controla mejor la ganancia ponderal durante el embarazo cuando se liberaliza el consumo de ambos alimentos

En resumen, la recomendación nutricional durante la gestación no solo no debe limitar el consumo de aceite de oliva virgen extra y de pistachos, sino que debe promocionarlo. Rara vez lo van a consumir en cantidad excesiva, inducen cambios muy saludables en su alimentación, y reduce de forma significativa los eventos adversos que pueden surgir durante la gestación, el parto y el recién nacido. De hecho, sus beneficios pueden trascender a la etapa postnata.

Este estudio ha sido llevado a cabo por grupos del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), y Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y financiado por el Instituto Carlos III (PI14/01563) y la Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha. Puede descargarse de forma gratuita Plos One doi 10.1371/journal.pone.0185873.

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