jueves, 18 abril, 2024

Vicente Rouco pregona la Feria de Albacete: “Todas y cada una de las palabras de este pregón están dictadas por el corazón”

Destaca que “debo mucho y quiero mucho a la ciudad de Albacete, a la que tantos años he consagrado desde la Justicia”

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, ha pronunciado en la noche de este viernes el pregón de la Feria de Albacete 2019. En declaraciones a los medios de comunicación justo antes de iniciar su discurso, Rouco ha destacado que “todas y cada una de las palabras de este pregón están dictadas por el corazón, por el amor y el cariño que siento por la ciudad de Albacete”. El pregonero ha expresado su gratitud al alcalde y al conjunto de la Corporación municipal y ha dejado claro que “debo mucho y quiero mucho a esta ciudad a la que tantos años de servicio he consagrado desde la Justicia”.

Por su parte, el alcalde de Albacete, Vicente Casañ, ha indicado que “en estos tiempos que vivimos es necesario reivindicar valores como el Estado de derecho, la defensa de la ley y el respeto a nuestra Constitución, valores que Vicente Rouco encarna tras largos años de carrera profesional al servicio de la Justicia”. Magistrado, profesor universitario y presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha desde hace 14 años, Vicente Rouco recibió en 2004 la Cruz de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort y posteriormente recibió la Cruz al Mérito Policial. “Por su estrecha vinculación a la ciudad de Albacete, por su altísimo prestigio profesional, por su brillante carrera y por la defensa de todos aquellos principios que nos hacen mejores como sociedad, para mí es un verdadero honor que nuestra Feria tenga un pregonero de esta categoría”, ha dicho el alcalde.

Biografía

Nacido en 1958, Vicente Manuel Rouco Rodríguez se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ingresando en la carrera judicial en 1982. Fue juez de distrito de Villarrobledo y Málaga entre 1982 y 1985, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Hellín de 1985 a 1987, año en el que ascendió a magistrado, donde desempeñó su labor en el Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona. Fue magistrado-juez de Vigilancia Penitenciaria de Albacete y Cuenca.

Entre 1987 y 1989 fue magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Territorial de Albacete y del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha desde su constitución en 1989, cuando pasó a ser magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid hasta 1994, año en el que regresó a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. En 1996 fue nombrado presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJCLM.

En diciembre de 2004, el entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha desde 1996, Emilio Frías Ponce, fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo. Rouco, en el cargo de presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, asumió la presidencia en funciones del TSJCLM en enero de 2005. El 19 de julio de 2005 el Consejo General del Poder Judicial lo nombró presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha con 14 votos del pleno frente a los 4 que recibió otro de los candidatos, Eugenio Cárdenas, tomando posesión de su cargo el 26 de julio. En 2010 y en 2015 volvió a ser elegido presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, cumpliendo de esta forma su tercer mandato consecutivo al frente del máximo órgano judicial de la comunidad autónoma.

PREGÓN DE LA FERIA DE ALBACETE 2019

CON ODA A ALBACETE Y A SU FERIA ESCRITA POR UN JUEZ

Queridos albaceteños, Sr. Alcalde, Sras. y Sres. Concejales, Autoridades, ciudadanos:
Al conocer mi elección como pregonero de la Feria, tras una inicial sorpresa, sentí una enorme gratitud por el hecho de que se pensara en un Juez, que no es natural de Albacete, para glosar un acontecimiento tan trascendental, una cita que viene celebrándose desde hace cientos de años, (al menos de manera oficial desde que el Rey Felipe V confirmara para Albacete el privilegio de la Feria franca en el año 1710, pero cuyos orígenes se remontan siglos atrás) y constituye acaso la seña de identidad más destacada de la ciudad.

Un encargo que entiendo es una manifestación de respeto también hacia la institución judicial que represento, y por tanto, de cariño hacia todos los servidores de la Justicia en Albacete. A ellos, que con su trabajo abnegado y discreto, sirven a la Ley, al Derecho y a los ciudadanos, va dedicado también este pregón.

(Tengo que decir que todos los días sentimos el apoyo de la ciudad, de sus instituciones, de sus gentes, lo que es muestra de inteligencia y sensibilidad, que Albacete ya demostró defendiendo con firmeza inquebrantable la sede de la capitalidad judicial a lo largo de todos los avatares de la Historia.)

Gracias pues por el honor a la Sra. Concejal que tuvo la idea de proponerme y gracias al Sr. Alcalde, y Sras. y Sres. Concejales por el Acuerdo unánime adoptado, que me hace sumarme a la lista de ilustres pregoneros de la Feria. Un encargo que acepté no sin sentirme abrumado ante la altura del reto para quien está acostumbrado a sentencias y discursos jurídicos, pero que nunca ha tenido que pronunciar un parlamento de estas características.

Y lo acepté sin duda movido por el amor que siento por una Ciudad, a la que tanto debo y que llevo en el alma.

Porque tengo que recalcar que, aun no siendo originario de Albacete, me unen a vosotros tantos lazos que me siento albaceteño de adopción.

Mis años de adolescencia transcurrieron aquí. En Albacete surgió mi vocación judicial.
Por circunstancias mis primeros destinos tuvieron lugar en Partidos Judiciales de esta provincia, me casé en uno de ellos y mi mujer también siente un gran cariño por Albacete. Mis hijas son albaceteñas. Aquí he prestado mis servicios profesionales más relevantes y duraderos.

No es de extrañar que adore todo lo que va unido a Albacete, y la Feria, la Feria, su Feria, es inseparable de la esencia de Albacete.

Una feria que ya me trae recuerdos infantiles y de adolescencia, pero también evoca acontecimientos muy felices: el día 7 de septiembre, fecha del nacimiento de la mayor de nuestras hijas, que vino a nosotros con la algarabía de los pasos y carruajes de la cabalgata de la inauguración, cuyos fuegos artificiales iluminaron la alegría de nuestra familia, lo mismo que la iluminan cada año, pues la Feria siempre es motivo de unión y celebración familiar, con tantos y tantos recuerdos, unidos a personas tan queridas.

La Feria constituye un singo de la identidad de esta ciudad, que la entronca con su raíz, en la que es clave la esencia agrícola, ganadera y comercial.

Una celebración que enlaza con la tradición secular del pueblo de Albacete.

La Feria tiene un significado económico y comercial, hoy es esencial el turístico, al lado de un sentido lúdico y festivo, inseparable del alma de cualquier pueblo o ciudad española que entiende y vive la vida con una alegría inseparable de nuestro ser nacional, la música, el baile, la celebración de la vida, el amor y la amistad; pero no en vano, tiene un profundo sentido religioso, unido a la devoción a la Virgen, fundamental en las tradiciones de Albacete, consagrada a la advocación de María de los Llanos, clara referencia al sentido originario de su enclave, a cuya raíz árabe debe su propia denominación la ciudad.
Hay muchos ejemplos de devoción a la Virgen en España.

Sin embargo, es muy oportuno resaltar que en Albacete ocurre un hecho singular, fruto de la fe popular, junto a la lucha de su Ayuntamiento por el patronazgo de la Virgen en el propio ámbito donde se desarrolla la Feria.

Siempre me ha causado admiración que el comienzo y fin de la Feria esté unido a la presencia de la Virgen en el recinto ferial, donde tiene su capilla, y a donde se la traslada el día de la cabalgata, presidiendo, tras la apertura de la puerta de hierros, la celebración entera.

En ese sentido la cabalgata de la Feria no es una simple romería, simboliza la marcha de la ciudad entera en pos de su Virgen a la Feria.

Aquí hay creencias, tradición, hay fe, pero también principios inseparables del hondo sentido del pueblo de Albacete, y existe sobre todo una devoción de fuerte tradición enraizada en las costumbres del pueblo.

Para mi mujer y para mí la primera visita todos los años es a la capilla del Ferial, allí nos unimos a las colas masivas de albaceteños que desde las escalinatas al altar veneran a su patrona como madre y Señora.

Son momentos que me traen el recuerdo de su himno, una de las más bellas oraciones que jamás he escuchado, debida a mi buen amigo abogado y antiguo Alcalde de Albacete, que me escuchará, sonriendo sin duda desde el Cielo, Ramón Bello Bañón, autor de su letra.

No es de extrañar que la Feria constituya un momento culminante de expresión ciudadana de convivencia y celebración de la vida, de la alegría y de confianza en el presente y de esperanza en el porvenir.

Albacete ha sabido sin embargo sublimar como ninguna otra ciudad ese acontecimiento.
Sólo puede comprenderse si uno se asoma al balcón principal del recinto ferial desde el que, los amplios ventanales abiertos de par en par y en la noche iluminada, se pueden divisar los ríos de multitudes de albaceteños que al traspasar las portadas de hierros abiertas se diseminan por el ferial y pasan debajo de los arcos que permiten acceder a los primitivos redondeles.

Surge entonces un sentimiento especial: Albacete entera está en el Ferial. Un sentimiento que evoca paz, convivencia fraternal entre ciudadanos, deseos de compartir la alegría y de esperanza en la vida, de descender anhelantes a las recónditas raíces que nos vinculan con el pasado y que de generación en generación nos unen también a quienes nos sucederán en el futuro, en una maravillosa cadena espiritual.

Albacete es una ciudad muy hospitalaria, apta de forma inmejorable para una convivencia pacífica. Sus gentes irradian amabilidad, cercanía, sus calles ampliamente transitadas durante todo el año permiten el paseo tranquilo, y no es infrecuente que los vecinos y amigos al cruzarse, no solo se saluden sino que entablen animada charla. Sus parques y jardines están frecuentados, respiran vida, los comercios tradicionales tienen cabida. Todas las generaciones tienen un hueco, y la abundancia de niños augura un prometedor futuro.
Pues bien, la Feria es el momento culminante de esa hospitalidad y convivencia.

La convivencia fraternal, propia de la ciudad durante todo el año, se traslada en efecto del 7 al 17 de septiembre al Ferial, y gracias a la hospitalidad de la que hablamos, invita a todos cuantos desean visitarnos a vivir su expresión sublime y multitudinaria en esas fechas.

La Feria es de todos, de los albaceteños, que la viven como nadie, pero también de cuantos nos visitan. Porque es una Feria abierta, hospitalaria. Como es la ciudad durante todo el año.

¿Cómo no compartir la alegría si Albacete es por definición una Ciudad hospitalaria?
Por eso la Feria sorprende a quienes no la conocían, y por ello desean revivir su experiencia.

La Feria constituye un hito tan importante en nuestra ciudad, del que no puede desprenderse tampoco la institución judicial.

Un acontecimiento que viven también con intensidad los diferentes profesionales, Jueces y Fiscales, y demás servidores de la Justicia, por supuesto también los Procuradores y Abogados que montan su conocida y singular caseta “El Otrosí”.

Y debo reconocer que tanto vivimos la Feria y comprendemos su esencia, importancia y singularidad que no dejamos de ofrecerla como escaparate, como ocasión para conocer la ciudad y disfrutar la feria, a compañeros y profesionales de toda España. En ese sentido nos consideramos los embajadores judiciales de la Feria de Albacete.

A todos cuantos acuden no deja de sorprender y causar admiración, y se han llevado tan grato recuerdo que en cierta medida el recuerdo de la ciudad está vinculado íntimamente a la Feria.

Pero no quiero terminar mi pregón sin dejar de pronunciar una humilde composición en forma de verso libre que he escrito para la ocasión, porque creo que es la mejor manera de expresar emotivamente mis sentimientos:

Dice así:

A ALBACETE Y A SU FERIA

Llegado el suave mes de septiembre.
Cuando los calores van templando,
y los días comienzan a acortar,
en espera de la vendimia y del otoño.
Sigue intenso el azul de tu cielo.
Tus calles se van de nuevo llenando,
de bullicio expectante y otro año
su iluminación las vuelve a engalanar.
El Ayuntamiento pone como siempre
en su cuidado y limpieza todo el celo.
Agotan sus reservas los hoteles.
Toda tú te preparas con anhelo.
El preludio los espectáculos y festivales.
Los programas anuncian radiantes
¡¡¡La gran Feria de Albacete¡¡¡
de interés turístico internacional.
Ya es de centenaria tradición,
del 7 al 17 de septiembre,
rezan su singular duración.
Sin tu Feria oh Albacete no serías igual¡¡¡
Famosa en toda España y en el mundo¡¡¡
Te llenas de toda clase de gentes
y abierta a todas las condiciones.
Qué decir ¡¡¡, qué cantar ¡¡¡
oh de tí¡¡ Feria sin par¡¡¡.
Cantaré con sentimiento profundo:
“Albacete es su Feria, y su Feria es Albacete”¡¡¡¡
Eres ciudad abierta, cercana,
tranquila para la convivencia
con total paz y libertad.
Los Llanos fueron ayer tu cuna.
El trabajo agrícola y ganadero
con entrega, ahínco y paciencia
el fundamento de tu ser.
Unido al venerable gremio cuchillero
que se afana con pasión y esmero.
Si tu nombre encuentra en el árabe raíz,
tu esencia está unida a la fe
de humildes orígenes cristianos
y siempre a María de los Llanos.
Te forjaron con valores castellanos.
Tu horizonte no tiene fin,
solo luz del cielo y dorados campos.
El ferrocarril el cauce que fue
de tu hoy pujante presente.
La encrucijada de caminos
entre el Centro, el Sur y Levante
te hicieron capital no solo provincial,
sino junto con el propósito de servir
a Ley y al Derecho con rectitud
desde 1834 la sede de la Audiencia
y ahora del Tribunal Superior
para hacer de la justicia virtud.
Una ciudad de tradición judicial¡¡¡
De Castillla-La Mancha por ello capital
y por muchas razones ciudad principal.
El comercio en tus calles laborioso
y la creciente industria en Campollano
te han modernamente impulsado.
Tienes pues un prometedor porvenir.
Tres torreones, un murciélago
y una corona son tu blasón.
Símbolos dignos del pasado
insuficientes para tu halago.
Pues sobre todo, oh Albacete ¡¡ para mí
Eres hogar, eres tradición,
De alma manchega expresión.
Sencilla, directa,
hospitalaria y noble.
En ti la vida es feliz
para quien como yo la descubrí,
en ti amo, nacieron mis hijas,
cobijas mi trabajo y esfuerzo,
Mis sueños y desvelos,
todos mis días.
Por eso vivo la Feria sinceramente
como la gente llana y sencilla,
Venerando a la Patrona en su capilla,
Disfrutando, conviviendo plenamente,
compartiendo como es costumbre
la navaja albaceteña artesanal
Paseos, música, bailes
Típicas viandas: chorizos, morcillas…
miguelitos de La Roda dulces
y sidra, todo ello en el Ferial
Y por supuesto los toros ¡¡¡¡
En plaza tan singular
Vestidos de luces y oro
de Chicuelo al gran Dámaso;
que ya entraron en la gloria,
por su noble arte en el coso
y últimamente Rubén Pinar,
las tardes abren paso
tras redoble de clarín y timbal
al torero drama tan español,
con colorido y belleza,
arrojo y valentía que se cierra
en paseíllo triunfal.
La cabalgata el principio,
María preside el Ferial
A ella las ofrendas florales,
con sus trajes tradicionales
bellos actos de devoción popular;
Y siempre los fuegos artificiales,
Los niños, luces, bullicio…
Todo tipo de actos culturales
Verbenas y jotas para danzar
Tómbolas, colorido, carruseles,
Redondeles de un recinto peculiar
donde animadamente confraternizar.
Y a su lado una noria colosal.
Encuentro gozoso en el “pincho”,
Casetas, carruajes, farolillos
Pero la Feria, tu Feria, tu Gran Feria
oh Albacete¡, es aún más.
Por ello se dice y acierta:
“Una Feria para todos abierta,
en la que disfrutar con igualdad.”

Albacete en espíritu y verdad.

Por eso cantaré finalmente:
“Albacete eres Feria y Su Feria Albacete”
A ti mi amor, devoción y dedicación oh Albacete.

Albaceteños gritad conmigo
Viva La Feria, Viva la Virgen de los Llanos
Viva siempre Albacete¡¡¡¡

Buena Feria a todos

Albacete 6 de septiembre de 2019
Vicente Rouco Rodríguez

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