Marisol Fernández Córdoba desempeña la jefatura del Servicio de Cirugía Pediátrica con que cuenta el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHOSPAB). Y hay motivos para estar orgullosos y agradecer la labor eficiente y discreta que, a diario, afronta el equipo de profesionales que lo componen.
A través de su breve descripción de la actividad diaria del servicio, Marisol Fernández comparte los pormenores de las jornadas de trabajo que, marcadas por la excelencia, buscan solución a las patologías que presentan pacientes de hasta 14 años de edad (excepción hecha en casos de neurocirugía o cardiología), citando a modo de ejemplo, por suponer el 60% de la actividad, las patologías urológicas -como testículos no descendidos o fimosis- o las patologías digestivas.
MALFORMACIONES CONGÉNITAS EN RECIÉN NACIDOS
Llaman la atención los casos que afectan a recién nacidos, especialmente en casos de nacimientos prematuros. Las patologías neonatales más frecuentes son las malformaciones congénitas que tienen que ver con el tubo digestivo. Pero estamos en buenas manos. Este equipo profesional incluye de manera destacada entre sus compromisos la formación, la docencia y la investigación.
Marisol Fernández recibió el Premio al Mejor Trabajo de Investigación del año 2002 en el Congreso Anual Nacional de la Sociedad de Cirugía Pediátrica y formó parte del equipo que, bajo la dirección del entonces Jefe de Servicio, Jerónimo Gonzálvez, realizaba por primera vez una innovadora técnica quirúrgica en el esófago de un recién nacido, caso que sería presentado en el 19 Congreso Internacional de Endocirugía Pediátrica del año 2010 celebrado en Estados Unidos .
UN SERVICIO DE REFERENCIA Y EXCELENCIA DOCENTE
La calidad del Servicio de Cirugía Pediátrica ha permitido que Albacete cuente con uno de los cinco centros que imparten en toda España el ‘Curso de asistencia inicial al politraumatizado pediátrico’.
Su importancia es sobresaliente: pensemos en una pequeña población rural que cuente tan solo con el habitual Centro de Salud. Pensemos también en un infortunado accidente sufrido por un niño de, pongamos, 9 años. Llamémoslo Carlos y digamos que Carlos, jugando con sus amigos, se cae de un árbol desde una rama alta. Para Carlos será determinante el tiempo que tarde en recibir atención y la calidad de la misma.
Es en este aspecto donde incide el mencionado curso: permite ofrecer conocimientos y técnicas de vanguardia a facultativos que de otro modo no podrían contar con ellos. Carlos y su familia agradecerán que el médico que lo atienda haya cursado esta formación.
