viernes, 19 abril, 2024

«Cocinando entre amigos»: el Restaurante Epílogo brilla en una cena elaborada junto al equipo del ABaC

El jefe de cocina del tres Estrellas Michelín, del televisivo Jordi Cruz vino hasta Tomelloso para cocinar junto a Rubén Sånchez-Camacho

El pasado viernes el Restaurante EpĂ­logo de Tomelloso brillĂł mĂĄs de lo habitual con la visita del chef Juan Carlos Reyes, jefe de cocina del Restaurante ABaC, propiedad del televisivo Jordi Cruz y con tres Estrellas MichelĂ­n, que llegĂł acompañado de parte de su equipo para ofrecer una espectacular cena junto a RubĂ©n SĂĄnchez Camacho y todo el staff del restaurante de Tomelloso. 

Con este evento RubĂ©n SĂĄnchez retoma “Cocinando entre amigos”, unos encuentros en los que uno o varios chefs acuden a la llamada del cocinero daimieleño para preparar una experiencia gastronĂłmica sorprendente y divertida.

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Desde bien temprano el viernes, las cocinas del EpĂ­logo estaban funcionando a pleno rendimiento trabajando en un menĂș con 19 pases con el shiso como hilo conductor, una planta de origen asiĂĄtico, con toques frescos y cĂ­tricos.

Cerca de 35 afortunados tuvimos la suerte de compartir una velada en la que disfrutamos de la fusión de la cocina del ABaC y Epílogo acompañada de unos vinos con los que recorrimos España de punta a punta, desde Canarias hasta Galicia, pasando por Tomelloso, Extremadura y León, con una incursión en Francia.

La cena comenzó con tres snacks: arenque y alfombra vegetal, panecillo de hongos y trufa y pollo al ajillo. Tres miniaturas con las que encendimos los paladares y los preparamos para lo que teníamos por delante, donde los cocineros demostraron su técnica y maestría. Buen arranque.

El shiso entrĂł en escena con rojo y verde, una hoja de sisho en tempura y un sorbete de shiso rojo, con el que empezĂł el rock & roll. 

Buñuelo de queso y trufa y orza de atĂșn rojo elaborado al estilo tradicional que no dejĂł indiferente a nadie, dieron paso a tierra de mi tierra, una aparentemente sencilla elaboraciĂłn, donde un apio nabo con su interior vaciado servĂ­a de plato para unos espagueti de bulbo de apio nabo cocinados con mantequilla y trufa. Brutal. Este plato venĂ­a acompañado de un pan brioche hojaldrado con crema de trufa, muy rico pero que quedĂł algo eclipsado por el apio nabo, tanto por su sabor y presentaciĂłn sobre tierra.

A continuación unas finísimas låminas de pluma ibérica con jugo tostado de manzana y puerro asado muy sabrosas, dieron paso a otro de los platos deslumbrantes de la noche: la panza de la lubina, uno de las elaboraciones santo y seña de Sånchez-Camacho. Una ventresca de lubina elaborada en tres cocciones. Una parte muy poco conocida de este pescado, que Epílogo lleva a su måxima expresión.

Seguimos con mĂĄs pescado, en esta ocasiĂłn una caballa, hĂĄbitas y caldo rancio de jamĂłn, donde de nuevo un pescado humilde como la caballa, que en esta elaboraciĂłn tierra-mar, brillĂł como nunca.

Bearnesa de shiso, parpatana y pequeños apios confitados. El shiso vuelve a escena con unos sabores y texturas poco conocidos en La Mancha, en una elaboración tradicional de la alta cocina francesa.

Para romper el ritmo, nos sorprendieron con no me esperabas
 nube de shiso picantito, un cocktail con espuma de shiso morado y mango picante. Un chupito refrescante con el que cargamos pilas para continuar el espectáculo que estábamos viviendo.

Eres un ciervo, lomo de ciervo con su jugo y brownie de piel de boniato asada, un plato de caza que era “mantequilla pura”, tierno y jugoso.

Por fin llegamos a los postres. Para empezar un escabeche, que perfectamente podrĂ­a ser un entrante: escabeche de mandarina, con dulce de leche y sorbete de mandarina. Un atrevimiento de los chefs del EpĂ­logo, que sorprendieron por su frescura y mezcla de sabores.

Otra vez shiso, interacciones de shiso: paloduz con diferentes toques de elaboraciones de shiso; aire de shiso; sorbete de pomelo presentado sobre su propia piel, sorbete de shiso sobre hoja de shiso, y un milhojas de shiso con ganaché de chocolate negro y regaliz.

¿Taco o buñuelo?, un buñuelo de chocolate blanco fermentado, sobre una hoja de shiso coronado por toque de caviar imperial (si caviar en un postre).

Acabamos con unos petit fours: Nube de frambuesa, bombĂłn de vino, trufa de chocolate negro y almendra con chocolate blanco y pimienta de sichuan.

Dejamos su espacio a los vinos, que nos acompañaron durante toda la noche y que merecen su reseña.

A la llegada fuimos recibidos con un estupendo cava extremeño, con el que pusimos alerta los sentidos para lo que estaba por llegar.

La cena comenzĂł con Champagne Mumm que acompañó los primeros pases. Continuamos con un albariño, Pazo Pegullal, un blanco fresco y sabroso. De ahĂ­ saltamos a LeĂłn, con Pago de los Abuelos un godello una variedad muy de moda, un vino complejo, profundo, con toques balsĂĄmicos. Un ejemplo claro para cuestionar a todos aquellos que dicen que “el vino blanco del año”. 

Llegamos a Tomelloso. El Bombo, un vino de Bodegas Lahoz, de ediciĂłn limitada, del que quedan ya poquisimas botellas. Si lo tienen, no lo guarden, disfrutenlo. De ahĂ­ pegamos un gran salto, en distancia y en tiempo. Humboldt, un tinto dulce canario del 2001 (elaborado por el tomellosero Felipe Blanco), con el que pusimos fin a una experiencia Ășnica y espectacular.

Y para finalizar no podemos olvidar hablar del equipo que formaron los invitados de ABaC con el staff del EpĂ­logo. Desde los camareros y sumilleres hasta todo el equipo de cocina, estuvieron a la altura de una noche mĂĄgica. Un espectĂĄculo para todos los sentidos, que RubĂ©n amenaza con repetir en breve, bien acompañado y de nuevo “Cocinando entre amigos”.

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