viernes, 19 abril, 2024

Rozalén, sobre «Matriz»: «Me he sentido muy patriota con este disco»

"Matriz" tendrá una gira de presentación en vivo muy breve, que tendrá como parada el Teatro Circo de Albacete los días 10 y 11 de diciembre

Hermandad, raíz, duelo, alegría y sobre todo música. Frente a los que ondean banderas al escuchar la palabra «patria», Rozalén ha creado sin proponérselo en su último disco un encuentro de las múltiples Españas, una «matria» donde todos caben y en la que canta en castellano, euskera, catalán y en gallego.

«Me ha hecho darme cuenta de lo que me gustan todos los rincones de mi país, lo bien que me han tratado en todos y lo mucho que nos une. Yo me he sentido muy patriota con este disco y pienso que es la España en la que me gusta vivir», afirma orgullosa la cantautora albacetense.

Entre las manos sostiene «Matriz» (Sony Music), su nuevo álbum, que se publica este viernes y que ha titulado por un vocablo que para ella es además la suma de «matria» o «raíz» en cuanto «lugar donde nace la vida».

«Cuando vas creciendo te das cuenta de lo importante que es la raíz. Yo cada vez necesito más mi casa y mi familia y el cuerpo ahora me pedía algo así», explica quien siempre había estado conectada con el folclore en su música, aunque desde un lado más pop.

Con motivo del décimo aniversario del lanzamiento de su primer álbum, «Con derecho a…» (2013), la idea original era hacer un disco de canciones que entonaba de niña con sus abuelos y padres, pero tras un viaje hace un año con las Tanxugueiras («Antes de que pasara todo lo de Eurovisión», puntualiza) descubrió a la cantareira Rosa de Moscoso.

«Aquella canción -«A Virxe do portovello», que las mujeres gallegas entonaban a los marineros que no regresaban- me erizó todo el cuerpo. Fue la chispa para decir: ‘Vamos por ahí'», cuenta sobre las razones que llevaron a que este proyecto se hiciera más grande y la llevara a investigar los cánticos tradicionales de todo el país.

UN ÁLBUM LLENO DE COLABORADORES

El resultado es un disco conceptual, «un viajazo» de «hermandad» en el que casi por primera vez ha sido ella la que ha pedido la compañía de otros (y no al revés), gente como las citadas Tanxugueiras o como Eliseo Parra, Fetén Fetén o Rodrigo Cuevas, junto a quien interpreta un fandango de Liétor, que fue lo primero que aprendió a tocar en la bandurria, fusionado aquí con coplillas populares de la tradición asturiana.

«Tenía mucho sentido porque el folclore es precisamente eso, el juntarte en una mesa con los amigos a cantar hasta que te dé la madrugada», justifica, antes de lamentar que le haya faltado tiempo y espacio para acercarse a regiones como Extremadura o Canarias. «Igual hay que hacer un Matriz 2 o 3, 4 o 5», reflexiona.

En esa parte de cantar a los ancestros que busca el álbum, este se cargó aún de más significado gracias a «Amor del bo», la habanera que le escribió Silvia Pérez Cruz en recuerdo de su padre, fallecido recientemente, y que la catalana canta junto a ella también en homenaje a su propio progenitor.

«Fue difícil. Se me nota hasta en la garganta, pero ha sido un proceso que me ha ayudado con lo que iba sintiendo y ahora pienso: ‘Qué suerte que lo pudiera cantar'», reconoce aún emocionada la artista, que además decidió grabar los interludios del álbum, llenos de chicharras, frente a las tumbas de su padre y de sus abuelos.

Siendo «Matriz» el disco con menos versos de su puño y letra, lo reconoce como uno de su trabajos más personales. A ello contribuye la única canción del álbum que es enteramente suya, «Es Albacete», que compuso por el pregón que ofreció en la pasada feria de la ciudad y que ha grabado con músicos de allí, incluido su maestro Antonio, el hombre que la enseñó a tocar las bandurrias con 7 años.

«Yo lo he sentido mío. Da igual que cantara en catalán, en gallego o en euskera, que es el que más me ha costado», reconoce.

En su búsqueda de temas de la infancia, esta Premio Nacional de Músicas Actuales 2021 quiso rescatar también el célebre chotis «Pichi», pero la exaltación de fondo de un proxeneta le hizo pararse a reflexionar.

«No me parece mal cantar ciertas canciones contextualizadas en su lugar, pero el ‘Pichi’ era una barbaridad. Hay límites que no se pueden pasar», argumenta sobre las razones que la llevaron a buscar a Benjamín Prado para que reescribiera la letra como una contestación feminista. «Y pienso que si Sara Montiel cantara ahora, a lo mejor hacía una versión más como esta», vaticina.

La de «Matriz» será una gira de presentación en vivo muy breve, solo cinco fechas en espacios singulares a lo largo del mes de diciembre: A Coruña (Teatro Colón, día 2), Albacete (Teatro Circo, días 10 y 11), Madrid (Teatro de la Zarzuela, días 12 y 13), Barcelona (Palau de la Música, día 22) y Málaga (Teatro Cervantes, día 29)

  • Lokinn
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