Un 25 de noviembre m谩s, siguen los asesinatos y las violaciones. Otro 25 de noviembre en el cual las mujeres no tenemos nada que celebrar.
Setenta asesinatos y feminicidios en lo que llevamos de a帽o. Ni帽as y ni帽os sin sus madres, cifras que nos hacen sentir un escalofr铆o por todo el cuerpo y una rabia contenida, pero no son s贸lo cifras, son mujeres que han perdido su vida. 驴Qu茅 pasa, que las mujeres no somos personas? 驴Qu茅 nuestros asesinatos no son importantes?
Ni帽as y ni帽os han vivido el horror de ver como sus padres asesinaban a sus madres, algunos incluso han perdido tambi茅n su vida.
Un a帽o, donde mujeres han visto su vida marcada porque unos indeseables as铆 lo han decidido. Ellos siguen riendo y disfrutando de la vida. Hay que erradicar la cultura de la violaci贸n, no pueden salir inmunes. Y, sobre todo, no se debe poner el foco sobre la v铆ctima. Que si la hora de estar en la calle o que si su forma de vestir, son aspectos que a un hombre ni se le cuestiona.
El tr谩fico de mujeres y la pornograf铆a se han convertido en una gran fuente de ingresos afectando principalmente a las mujeres que聽se ven abocadas por la falta de empleo y precariedad de vida a la prostituci贸n.
Los j贸venes creen en esa realidad virtual de sometimiento y de violencia que consumen normalizando y llev谩ndolo a la vida diaria.聽聽Hay que聽garantizar que la educaci贸n sexual y la de igualdad sean obligatoriasen todas las etapas educativas.
La pobreza tiene rostro de mujer, los contratos parciales son en su mayor铆a de mujeres incidiendo, a su vez, de manera negativa en las cotizaciones a la seguridad y social provocando que repercuta en las prestaciones y en las futuras pensiones.
Adem谩s, se vuelven a cargar las responsabilidades familiares sobre las mujeres por los recortes en el cuidado de las personas dependientes y el teletrabajo.
La justicia tampoco nos ayuda. Nos demuestra que el patriarcado sigue teniendo presencia en ella en sentencias como la de Juana Rivas donde el Tribunal Supremo se opone al indulto. Tambi茅n hay casos como el聽de聽Mar铆a Salmer贸n聽o聽Mar铆a Sevilla聽a quienes recientemente denegaron el recurso de casaci贸n. Por ello, nos hace pensar que la justicia tiene una guerra abierta contra las mujeres.
La聽 derecha y la extrema derecha siguen con su negacionismo sobre la violencia machista,聽 hablando de las mentiras del feminismo,聽聽subrayando la idea de que la violencia no tiene g茅nero,聽restando importancia a lo anteriormente聽 descrito, intentando que las mujeres volvamos聽 al hogar,聽 al cuidado de los dem谩s, enmiendan聽 las leyes聽 en materia de protecci贸n y asistencia聽a las v铆ctimas de violencia de g茅nero,聽proponen acabar con los juzgados de violencia sobre la mujer,聽acosan a los profesionales que quieren garantizar un aborto libre y a las mujeres que quieren tener el control de su cuerpo.
Un aborto nunca es una fiesta y quieren utilizar nuestros cuerpos como vasijas, s贸lo para procrear con su apoyo a los vientres de alquiler. Otra forma de mercantilizar nuestros cuerpos. Como vemos hay muchas formas de violencia contra la mujer, no s贸lo la f铆sica.
Ante esto, nuestros gritos, reivindicaciones y protestas deben salir a las calles con un mensaje alto, fuerte, claro y sin dar un paso atr谩s por todas aquellas que ya no pueden hacerlo y por todas aquellas que tienen miedo.
Por ello, las mujeres gritamos 隆basta ya!