Para tratar de ajustar nuestro consumo, y de paso reducir la factura de la luz, le facilitamos algunas claves para que puedan ayudarle a ahorrar, y no pasar tanto calor.
Lo primero, ajustar la temperatura
Durante el verano, las temperaturas superan con creces los 30â . Esta sensaciĂłn de agobio y calor puede hacer que reduzcamos demasiado la temperatura de frĂo de nuestro aire acondicionado. Es mejor evitar temperaturas como los 21â o 22â, buscando mejor una temperatura de equilibrio de entre 24 a 26â.
Como regla general, recuerde que la diferencia mĂĄxima recomendada entre el exterior y el interior no debe superar los 12â. Esto supone que en los peores dĂas del verano (34-38â) estarĂamos cubiertos con la horquilla de 24 a 26â.
Si bajamos mĂĄs la temperatura, corremos riesgo incluso de afectar a nuestra salud, al cambiar tan bruscamente entre el interior y el exterior.
Trata de refrigerar espacios estancos
No necesitamos que toda nuestra casa estĂ© frĂa 24 horas al dĂa. Pasamos largos ratos en las mismas habitaciones y por ello debemos intentar que no se pierda energĂa enfriando mĂĄs espacio del necesario.
Para ello, trate de cerrar las puertas, cortinas o separadores entre habitaciones, para que el volumen de aire a enfriar sea menor. Con ello conseguirĂĄ reducir el tiempo de funcionamiento de su equipo de aire acondicionado y favorecer la eficiencia.
En caso de que tenga un Ășnico punto de frĂo, trate de abrir y cerrar las puertas para configurar el flujo de aire hacia las zonas que le interesen en cada momento. Priorice los espacios vivideros, ya que cocinas o baños no requieren climatizaciĂłn, dado su uso.
AdemĂĄs, el aire frĂo puede afectar a nuestra salud. Por ello, recuerde contar siempre con algĂșn tipo de calzado, aunque sean unas chanclas, y una vestimenta adecuada a la temperatura de nuestra casa. De este modo tambiĂ©n podemos ajustar mejor la temperatura del hogar a nuestra sensaciĂłn tĂ©rmica.
La ubicaciĂłn de los elementos de frĂo
En los aires acondicionados de pared, su ubicaciĂłn viene determinada por la distancia a la mĂĄquina exterior. Si ya los tiene instalados cerca de ventanas o espacios de entrada de luz, trate de protegerlos con cortinas o estores.
Recuerde también que los equipos de aire acondicionado deben inspeccionarse al menos una vez al año para mantener los motores y filtros en buen estado de limpieza y funcionamiento.
En caso de que esté pensando en instalarlos, una buena ubicación es encima de las puertas, o en paredes que no reciban directamente la radiación solar. De este modo protegemos los equipos del calor y funcionarån de manera mås efectiva.
Si opta por equipos portĂĄtiles (ventiladores con hielo/agua, pingĂŒinos, etc) trate de buscar la mejor ubicaciĂłn, siempre recordando que estos equipos precisan de un conducto para sacar el aire caliente que producen, o un pequeño desagĂŒe.
Ni todo el tiempo, ni hasta el Ășltimo momento
Otra buena recomendaciĂłn es la de no obligar a nuestros equipos a funcionar mĂĄs tiempo del necesario. Si puede programar o temporizar su funcionamiento, notarĂĄ una mejora en el consumo.
TambiĂ©n podemos tratar de apagar los equipos entre 20 y 30 minutos antes de abandonar la estancia que hemos climatizado. De este modo aprovechamos el frĂo residual, y ajustamos un poco la temperatura de nuestra casa con respecto al exterior al que nos dirigimos.
Esta recomendaciĂłn es igualmente vĂĄlida para cuando vamos a dormir. Es recomendable, si tenemos aire en nuestro dormitorio, encenderlo entre 15 y 20 minutos antes de irnos a descansar y que quede apagado antes de dormirnos.
Complemente el aire acondicionado con la ventilaciĂłn
Aunque los dĂas sean calurosos, el amanecer y las noches suelen darnos un respiro. Por ello es bueno aprovechar este momento mĂĄs fresco y aprovecharlos para ventilar y enfriar nuestras habitaciones mientras dormimos.
Puede tambiĂ©n proteger las ventanas con mosquiteras, o cortinas, para permitir la entrada de aire y la ausencia de insectos (siempre serĂĄ una soluciĂłn mĂĄs econĂłmica que malgastar energĂa).
Las temperaturas mås suaves de la mañana permiten la renovación de aire, y el ajuste de la temperatura de confort. De este modo, refrigerando gratuitamente la casa no necesitaremos tanto consumo de aire acondicionado, ni durante tanto tiempo.
Equilibrio con las fases âpico, valle y neutroâ
En muchos casos, coincidirå que los momentos de consumo eléctrico mås alto sean los de mås calor. Para poder ajustar nuestro consumo es importante que tenga en cuenta que los enchufes temporizados y la domótica båsica le ayudan a controlar mejor el encendido y apagado de aparatos.
No obstante, para estas horas de mayor calor puede contar tambiĂ©n con protecciones solares, como toldos, estores, cortinas⊠y persianas. Estos elementos reducen la entrada de calor desde el exterior y evitan la pĂ©rdida del aire frĂo que tanto nos cuesta conseguir.
En definitiva, no hay una receta mĂĄgica para pagar menos en la factura cuando usamos aire acondicionado, pero sĂ podemos conseguir mucho ahorro evitando el despilfarro. De media, dejar encendido el aire acondicionado de noche puede suponer un sobrecoste de entre 2 y 3 euros por dĂa.
Implementando estas medidas, verĂĄ como consigue reducir el consumo en su factura y no tener que pasar un verano tan acalorado. Ni por el calor, ni por el coste.
Javier MartĂnez Moronta
Profesor Universitario en UNIR. Arquitecto BIM
Especialización en Eficiencia Energética
UNIR – Universidad Internacional de La Rioja