viernes, 29 marzo, 2024

No exponerse al sol entre las 12.00 y las 18.00 horas, entre las recomendaciones para la ola de calor

Además de tener especial cuidado con los niños, las personas mayores y los enfermos crónicos

El consejero de Sanidad en funciones, Jesús Fernández Sanz, ha citado una serie de recomendaciones ante la ola de calor que sufrirá Castilla-La Mancha y otras partes del país los próximos días entre las que se incluyen beber agua frecuentemente, no exponerse al sol en las horas de mayor calor -de 12.00 a 18.00 horas- o tener especial cuidado con los niños, las personas mayores y los enfermos crónicos.

Así lo ha señalado el consejero, a preguntas de los medios, antes de la inauguración de la jornada ‘Cambio Climático y Salud’, donde ha dicho que en los últimos 10 años se ha aumentado más de medio grado la temperatura global debido al cambio climático y que se vaticina que entre 2030 y 2050 se podía aumentar hasta cuatro grados más la temperatura.

En función de las predicciones de temperaturas de la Agencia Estatal de Meteorología para los próximos días, la Comisión Nacional del Plan de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, de acuerdo con las autoridades regionales, ha asignado Nivel 0 (verde), que indica ausencia de riesgo para la salud, a las cinco provincias de Castilla-La Mancha ya que las temperaturas máximas y mínimas previstas no superarán simultáneamente ningún día los umbrales establecidos.

 

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RECOMENDACIONES

Asimismo, se recomienda evitar la práctica de actividades físicas como deportes o trabajos que requieran un importante esfuerzo físico en las horas de mayor calor y bebidas con alcohol, cafeína y azúcar.

También se aconseja hacer varias comidas al día, incluyendo frutas y verduras y evitar las comidas copiosas. Además se recomienda -en caso de salir en las horas de mayor calor-, la sombra, llevar agua, utilizar sombrero y ropas ligeras de colores claros y, preferiblemente, de algodón.

En casa se debe mantener fresca la vivienda cerrando las ventanas o persianas cuando la temperatura exterior sea más elevada y ventilando por la noche, en la madrugada y a primeras horas de la mañana. También es conveniente ducharse o bañarse con agua fría varias veces al día o humedecer el cuerpo con toallas frescas o baños fríos de pies.

El Ejecutivo regional también aconseja que los ciudadanos no duden en pedir consejo al personal de medicina o enfermería, sobre todo si se toman medicamentos o si aparecen síntomas no habituales como calambres musculares en los brazos, las piernas o el vientre, o agotamiento, más grave, que puede manifestarse por aturdimiento, debilidad e insomnio habitual.

Se recomienda también informarse del estado de salud de las personas mayores del entorno más cercano que vivan solas o tengan una situación de fragilidad o dependencia y ayudarles a comer y a beber.

 

CAMBIO CLIMÁTICO Y SALUD

Por otro lado, y sobre la jornadam Fernández Sanz ha indicado que hace un año y medio el Ejecutivo regional comenzó a trabajar ante la «evidencia científica» de que el cambio climático «contribuye a aumentar la carga de enfermedades y muertes prematuras», algo que se irá «acentuando en las próximas décadas».

Así, el consejero ha asegurado que se ha estado trabajando con profesionales de diferentes áreas, como alergólogos, cardiólogos, geriatras, especialistas en salud mental, meteorólogos y especialistas en medio ambiente, para articular una respuesta ante el impacto del cambio climático en la salud de las personas.

Fernández Sanz ha incidido en la importancia de «apostar por informar y desarrollar las capacidades en materia de cambio climático y salud, tanto entre los profesionales, como a la hora de informar y concienciar a la ciudadanía en general».

El consejero ha asegurado que se debe fomentar una investigación «bien planificada», así como «integrar y mejorar» las diferentes acciones de vigilancia y protocolos de actuación sobre riesgos para la salud relacionados con el clima.

Por ello, Fernández Sanz ha dicho que en los próximos años se tendrá que hacer frente a cambios de perfil de morbimortalidad, con enfermedades emergentes o reemergentes, alergológicas, epidemiológicas, dermatológicas, mentales, pulmonares o cardiovasculares.

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